Para nadie es un secreto que las ciudades que antes eran pequeñas ahora crecen sin que alguien las pueda detener. Actualmente el 54% de la humanidad vive en las áreas urbanas. Este avanzado crecimiento de las ciudades también requiere grandes desafíos urbanísticos, puentes más grandes, vías internas más amplias, centros comerciales más completos y por último también requiere satisfacer la necesidad de vivienda de las personas que a diario se animan a vivir en un área urbana.
Es impresionante como hace años atrás todo era verde, ahora la humanidad quiere abrir espacio y convertir ese color natural de la naturaleza en el color natural de una selva de concreto.
Las ciudades que llevan expandiéndose unos años están teniendo un serio problema de espacio, En otras palabras, se está agotando el área donde construir. Se está llegando al punto de demoler una construcción para construir una más alta. Este fenómeno urbanístico está obligando a la creación de nuevos métodos y materiales de construcción.
Existen actualmente dos limitantes, el tiempo y el espacio. Se requieren de obras más altas en menos tiempo de ejecución, el tiempo es apremiante por eso aparecen materiales que brindan facilidad al momento de la instalación, el fibrocemento es uno de ellos. Este material fue inventado a finales del siglo XIX cuya mezcla consta como su nombre lo dice del 90% de cemento y el 10% de fibras de asbesto.
Para las personas que no saben que es el fibrocemento, les quiero aclarar que es un material con el cual se fabrican las cubiertas o techos de la mayoría de las casas en Latinoamérica. También les quiero aclarar que el asbesto es un material nocivo para la salud ocasionando cáncer de pulmón después de años de exposición o también con exposición ocasional.
Solo hasta el año de 1970 el uso de asbesto comenzó a ser prohibido progresivamente, pero lo delicado de este tema es que 50 años después podemos ver que se sigue comercializado y utilizando este material en algunos países de Latinoamérica.
En Colombia el senado de la república aprobó prohibir el uso del asbesto en el país a partir del año 2023, tiempo por el cual los distribuidores y fabricantes podrán acabar todo el inventario que tienen listo para comercializar. Es trabajo de cada uno de nosotros realizar una adecuada investigación para verificar si el material que nos están vendiendo contiene o no fibras de asbesto.
Recuerda que en el canal de YouTube te enseñamos la forma de cómo asegurarte que el material que nos están vendiendo es libre o no de asbesto.